Papaya.
Se puede tomar sin madurar, cocida como si fuera una verdura, en confituras, jaleas, refrescos, helados… De cualquiera de las maneras es muy sabrosa y, como descubrirás ahora, saludable:
► Es muy digestiva. Se debe a la papaína, una enzima parecida a la bromelina de la pina, que, además de ser depurativa, «rompe» las proteínas y hace su digestión mucho más fácil. Su contenido en fibra facilita el tránsito intestinal y evita el estreñimiento.
► Mantiene la línea. Sólo aporta 26 calorías por cada 100 g, apenas contiene azúcares, sacia el apetito y tiene un efecto laxante.
► Previene las arrugas. Por sus carotenos (forma vegetal de la vitamina A), aumenta las defensas de la piel, es antiarrugas y antioxidante.
► Sube las defensas. También aporta vitamina C, que contribuye a reforzar el sistema inmunitario, actúa como antioxidante e incrementa la resistencia al cansancio y la fatiga.
► Es buen postre para los ancianos. Su fácil digestión, su pulpa blanda y su aporte de vitaminas
y minerales (potasio, calcio, fósforo, hierro y sodio…) hacen de ella una apetitosa opción para las personas de la tercera edad.
Excelente articulo.
Lo he comprobado lo bueno que es la fruta la papaya.me ha hecho muy bien en bajar de peso.